sábado, 2 de febrero de 2008

La graciosa crítica popular

Quienes me conocen saben que le tengo cariño a muchas ciudades que he tenido el placer de visitar, y cuando este blog se convierte en bitácora de lugares que he descubierto hay una que en ocasiones he referido y a la que le tengo especial cariño. Se trata de una ciudad donde la luz es más luz, y donde la gracia es más gracia. Cádiz es una ciudad que nos traslada en el tiempo, que nos hace ver la vida de otra manera, y conocer el verdadero significado del término vivir.

Pero ese anhelo que siempre tengo por volver a la tacita de plata se acentúa en mi interior cuando llega el mes de febrero. Porque Cádiz es el Carranza, es la Caleta, es su pescaito, pero para muchas personas es ante todo su Carnaval. Es la fiesta por la que se desvelan sus gentes durante todo un año, la que engalana la ciudad, y la que proyecta su nombre al mundo entero.

Y es que el Carnaval en Cádiz es especial, es el momento en el que el pueblo reprocha a sus gobernantes, la crítica a la sociedad cobra protagonismo, y la gente se expresa con sus coplas. La gran final que se celebra esta noche da comienzo a una semana de fiesta. Las calles y plazas se inundaran de coros, comparsas y chirigotas que con esa gracia que caracteriza a su gente harán ver la vida con una sonrisa. Pero no solo se busca la risa del público, y eso es quizás lo que más me llama la atención del Carnaval gaditano, también pretende despertar las conciencias, denunciar la desigualdad, reclamar más justicia…

Son muchas las agrupaciones que por el escenario del Gran Teatro Falla han pasado desde sus comienzos, algunas fueron olvidándose con el paso de los años y otras han permanecido en el recuerdo. Hay cajonazos que han pasado a la historia y finalistas que desaparecieron de la memoria colectiva. Algunas letras pasearon hasta el Carranza para convertirse en himnos del equipo amarillo y otras son melodías de algunos barrios.

Hoy podría hacer referencia a cualquiera de las agrupaciones finalistas de este año, pero en su lugar prefiero recordar a una chirigota que despuntó, llegando a alcanzar el primer premio, cuando junto a algunos amigos comenzaba a conocer este Carnaval allá por 1999. Se trata de una letra de Juan Carlos Aragón que casi una década después me sigue haciendo reflexionar nuestra Andalucía. Los Yesterday, reflejaron de una manera ácida y mordaz aquello que representaba nuestra tierra a la vez que llamaban a despertarse a las marmotas. Hoy, y siento saltar a la arena electoral, creo que debemos tomar conciencia de ello ante la proximidad de unas elecciones. Volvemos a encontrar al señorito andaluz intentando gobernarnos, tras habernos demostrado mientras estuvo en Madrid como se olvidaba de la que se suponía era su tierra. Nos enseño que cuando hace falta sacrificar un peón, para la derecha española el primero que debe morir es el andaluz.





2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tengo una gran deuda pendiente con Cádiz. A ver cuando la cumplimento...

Mar París dijo...

Mi ciudad querida, después de vivir alli tres años memorables, la llevo muy dentro de mi corazón.
Hecho de menos sus calles, sus olores y sobre todo a su gente, a la gente de mi barrio: la Viña.
Este año no he podido ir en carnavales por los examenes, pero no descaro alguna escapadilla durante el año.
Desde aquí que visiteis esta ciudad, la disfuteis y la ameis como lo hago yo.

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