Y es que en contraposición a otros, nuestra organización comienza a rodar bajo los principios de planificación. El objetivo lo tenemos claro, recuperar la institución local para desarrollar políticas que vayan en beneficio de la ciudadanía. En cuanto a la forma de lograrlo existen quizás tantas fórmulas como voces preguntadas, pero algo tenemos claro, mientras Torres Hurtado sigue de Alcalde de Granada, cada día más ciudadanos y ciudadanas se sitúan en las antípodas de la política popular.
Como lo definía Chema Rueda, Secretario General, tenemos en nuestras manos desarrollar una revolución cívica, poner en marcha un movimiento que lleve al PSOE a ser depositario de las esperanzas de la gente. Los problemas de infraestructuras, seguridad, tráfico, etc. son algo que poco a poco se extiende por nuestros barrios y la población precisa una respuesta, que el Ayuntamiento no ofrece, y si tendrá la contestación socialista.
Entre los elementos que distinguen a socialistas de populares no solo está la elaboración de un Plan de Trabajo, sino ese especial énfasis en estar en el día a día de los barrios que nos lleva a preveer la extensión de una red de sedes socialistas, la visita periódica de concejales a los distintos barrios, el acercamiento a colectivos y asociaciones vecinales, la búsqueda de unos intereses distantes a los que tiene el Partido Popular en nuestra ciudad.
Valdría como ejemplo de todo ello un asunto presente en las portadas de los medios a lo largo de las últimas semanas como es el Parque Metropolitano Vega Sur. Un proyecto socialista que apuesta por la protección de un pulmón verde de 580 hectáreas en plena área metropolitana de Granada. Pero como hablamos de planes, también lo haremos de planos. La extensión ocupa los términos de cinco municipios, entre ellos 160 hectáreas de Granada, donde el PP ha tenido varios intentos para urbanizar ese territorio, cimentando de este modo unos de los pulmones de nuestra ciudad. Por ello cuando hablamos de modelo de ciudad estoy convencido que el proyecto de Granada para el siglo XXI que tiene los populares es un simple planillo en el que se reparten intereses urbanísticos de particulares sin mirar a la ciudadanía.
Y todo estos intereses respondiendo a un planazo, el que tienen entre otros populares su Presidente provincial, Sebastián Pérez, y que últimamente no le permite descansar tranquilo. Como constatación de ello la imagen de nerviosismo que ofrecieron en el pleno municipal celebrado el pasado viernes cuando fueron informados de la admisión por parte de Baltasar Garzón del expediente sobre Down Town Consulting y su contratación por parte del Ayuntamiento de Granada. El juez de la Audiencia Nacional incluía esta documentación en la instrucción del caso Gürtel, algo que provocó una ira desmesurada en Sebastián Pérez. Fue el momento en el que recurrió a la acusación como mecanismo de defensa, algo efectivo cuando no lleva a la persona a caer en el ridículo. ¿O acaso cree alguien que no es ridículo acusar al Presidente de la Diputación de acaparar cargos, por ser Presidente –como miembro nato- de todos los organismos y patronatos dependientes de la propia Diputación? Y todo ello al hilo de unas acusaciones argumentadas sobre su falta de disponibilidad para responder a las obligaciones de sus distintos cargos políticos:
Presidente provincial del PP de Granada, Senador en las Cortes Generales, Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Granada, Concejal de Presidencia y Relaciones Institucionales, Consejero Delegado de la Empresa de Aguas de Granada -Emasagra-, y Consejero Delegado de Unicaja.
Una completa relación de puestos de los que no sabremos si existe una compatibilidad que permita al popular de disponer de tiempo para responder con eficiencia a cada uno de ellos, pero si que nos permiten constatar el planazo que supone para Sebastián Pérez cobrar a final de mes las retribuciones que conllevan cada uno. Estas son las obligaciones de quién pide que sus homónimos en otros partidos lideren la candidatura al Ayuntamiento de la capital, como justificación para que los suyos le permitan también presentarse.