miércoles, 3 de septiembre de 2008

Símbolo de un cambio

España tiene una televisión pública para el futuro y eso es lo que constatamos con la puesta en escena que ha llevado a cabo la corporación RTVE en los últimos días. La programación de Rne se ve renovada con medio centenar de nuevos programas, al igual que los ocho canales de televisión que se renovarán en contenidos, incluyendo caras nuevas. Pero todos estos cambios no son algo casual, sino parte de un proceso en el que se sumió RTVE hace varios años y que conlleva cambios en todos los ámbitos.

La reforma en el funcionamiento tuvo una primera muestra en la modificación del sistema de elección de su dirección, encuadrado en el afán democratizador que se perseguía por parte del Gobierno tras la etapa de manipulación a la que se sometió durante la mayoría absoluta popular. En ese momento pasábamos por conocer el famoso caso CCOO, en el que el propio Director de Informativos de TVE, Alfredo Urdaci, fue condenado por los tribunales, o los bailes de cifras en torno a las distintas manifestaciones contra el Gobierno por la Guerra, la LOU, el Prestige, etc. por poner algunas muestras de manipulación. Pero frente a eso nos encontramos en una nueva etapa en la que la política se acerca a la ciudadanía a través de programas como Tengo una pregunta para usted, o 59 segundos, en los que tienen cabida los distintos partidos políticos.

Pero los contenidos no son el único pilar en el que ha sufrido cambios sustanciales porque la forma de gestión también ha dado un giro. Sin olvidar la función pública que debe tener se ha buscado una mayor eficiencia de la inversión económica que supone para el Ejecutivo. Compaginar los contenidos más rentables con aquellos que pese a su coste debe ofrecer como servicio público es una formula en la que RTVE ha encontrado el modo de equilibrar su presupuesto. Muestra de ello es el coste que ha supuesto la cobertura de los Juegos Olímpicos, con más de 200 trabajadores y un ingente despliegue de medios, pero que le ha supuesto a TVE el liderazgo de la audiencia en el mes de agosto, un esfuerzo difícilmente asumible para las televisiones privadas.

Esta evolución ha llegado al cambio de imagen de este gigante de la comunicación que lleva con nosotros toda una vida. Paradójicamente los últimos que se incorporaron, la web interactiva de RTVE, han sido los primeros que han comenzado ha utilizar esta nueva imagen. Este estreno ha venido de la mano de la agencia que ganara el concurso, la catalana Summa, que ha sido la responsable de plasmar esta marca para el futuro. Como un cambio redondo o como un paso hacia el futuro la han definido directivos de la corporación, aunque a mi personalmente me gusta más como lo define su nuevo lema, el símbolo de un cambio.

Esta marca lleva décadas habitando en nuestro subconsciente, y ahora ha llegado el momento de pasar página, de fijar una nueva marca, algo que vive y pervive en la memoria de la gente. En este proceso juega un papel fundamental el control de continuidad de TVE, quienes son responsables de plasmar ese cambio de imagen en nuestras pantallas y que llevan meses trabajando en ello.

El resultado ha sido una nueva tipografía, que utiliza letras minúsculas que resultan más cercanas y con líneas más suaves. La letra e, tendrá un protagonismo marcado por su mayor tamaño y con el que se identifica a España. El color también cobrará la importancia que le corresponde, para ello RNE tomará un rojo intenso, TVE mantendrá el azul como color corporativo, y RTVE disfrutará por vez primera de un tono anaranjado. Pero no serán los únicos, porque un recorrido por los diseños del resto de canales nos permitirá tener ante nuestros ojos todo un arco iris.

Una puesta en escena que nos permite ser espectadores de todo un cambio, el que vive nuestra radio y nuestra televisión en estos tiempos. Una plasmación que por si sola me ha sorprendido, porque ha sabido responder a la diversidad de soportes, a la multitud de canales, y que ha sido hecha con el tacto oportuno para no crear brechas entre un público fiel desde hace más de medio siglo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Javi!

Me asomo por aquí para mandarte un saludillo y decirte que tus posts están fenomenal, muy currados y bien escritos, como siempre.

Besos,

Claro

María Martín Calvo dijo...

Me mola la nueva imagen corporativa. Sin duda dinámica y visual...

Anónimo dijo...

Pues aún hay quien dice que no existe diferencia entre la política del PSOE (me refiero a todos los ámbitos) y la derecha.
Un abrazo,
Rigoletto

Javier Callejón dijo...

Querido Rigoletto, ¿lo dices por la política seguida en RTVE? ¿o tal vez por la política de eventos -como el Hocus Pocus- en nuestra ciudad? ¿quizás por la atención a la limpieza y medioambiente en nuestros barrios? ¿o puede que lo señales por la actitud de tus antiguos amigos en relación al clima político?

Son tantas las diferencias que me fastidia un montón como ha llegado a calar el discurso de la derecha, ese de que todos los políticos son iguales y que da igual a quien votar. Porque luego no todos los partidos se acuerdan de quienes más necesitados están, ni todos actuan teniendo en cuenta a las próximas generaciones, o buscando el interés de la ciudad y no el de sus bolsillos.

Anónimo dijo...

Javier, a mí no me tienes que convencer: llevo cuarenta años haciendo lo que puedo.
Rigoletto

Anónimo dijo...

Respecto a la nueva imagen corporativa de TVE mi opinión es que es una porquería. Eso de que no crea ninguna brecha en su público fiel no es cierto. Basta darse un paseo por internet para ver como ponen a TVE y a su nueva imagen a parir. Yo me quedo con el logo anterior. Tenía clase. Cuando lo veías sabías que representaba. Los numeros blancos con fondos azules de ahora son insultantemente vulgares

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