La serie de 8 gráficos se titula El poder de las estrellas y fue aplaudido por la simplicidad de la idea. Su trabajo, a pesar de no tener ninguna pretensión recibió grandes elogios y creo que hoy es un buen momento para rescatarlo.
domingo, 31 de agosto de 2008
El poder de las estrellas
La serie de 8 gráficos se titula El poder de las estrellas y fue aplaudido por la simplicidad de la idea. Su trabajo, a pesar de no tener ninguna pretensión recibió grandes elogios y creo que hoy es un buen momento para rescatarlo.
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Javier Callejón
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viernes, 29 de agosto de 2008
Agosto: ilusiones y esperanzas
Se acerca el fatídico 31 de agosto, y pese a que venga a nuestras cabezas la imagen de aquel maravilloso grupo de niños y niñas que junto a Chanquete cantaban aquello de no nos moverán, en nuestro caso no creo que vaya a ser así. Llegó el final del verano, y con él, el regreso a la ciudad, los exámenes, el madrugar, los atascos, las reuniones, las prisas… Se va un mes de agosto que me ha permitido, al igual que a millones de españoles, poder disfrutar de la ausencia de horarios y del descanso ante las obligaciones. Un mes que comenzó con ilusión y termina con esperanza.
La ilusión venía de la mano de los 29º Juegos Olímpicos en Pekín. Esta cita, que hemos visto clausurada hace unos días, ha sido alagada por parte de deportistas, medios de comunicación y autoridades por la espectacular puesta en escena llevada a cabo por el gigante asiático. Como reza su lema, citius, altius, fortius, los y las deportistas han batido record, han logrado medallas, y han protagonizado multitud de anécdotas. Esto ha sido lo que ha ocupado las más de cinco mil horas de emisión televisiva, pasando página a las que fueran noticia en los meses previos a la celebración –conflictos independentistas en regiones del oeste de China, protestas pro-tibetanas, censura y represión en el interior del país, etc.-.
De este modo el Gobierno chino no solo ha corrido un velo sino que ha levantado un muro que ocultara las vergüenzas, si algunos Estados u organismos internacionales confiaban en el espíritu olímpico para asentar los Derechos Humanos han visto sus expectativas frustradas. Incluso para el Partido Comunista Chino esta ha sido la oportunidad para demostrar a su ciudadanía que el funcionamiento actual del régimen es el mejor, como demuestran los resultados obtenidos.
A nivel internacional no solo el país asiático ha desviado la atención sobre sus continuas violaciones de los derechos civiles, sino que ha logrado que los miles de medios de comunicación destacados allí trasladen la imagen que desde el Gobierno se desea proyectar. En un mundo globalizado China ha sabido sacar partido a un evento como este para exponer su poderío. Ha demostrado la capacidad humana y el desarrollo organizativo que es capaz de desplegar.
Ha tenido cientos de horas de televisión y miles de fotografías para exponer al mundo entero que el gigante asiático no solo es el hogar de uno de cada cinco habitantes del planeta, sino que además se trata de un país que está preparado para afrontar el siglo XXI. China ha exportado una imagen de modernidad plasmada en la cobertura tecnológica, en una arquitectura soberbia, con unas celebraciones inolvidables, luchando contra la contaminación…
Creo que debemos felicitar a nuestros deportistas, a quienes consiguieron medallas y a quienes participaron representando a España con menos suerte, pero no creo que debamos olvidar nunca que detrás de todos estos fastos se esconden las vergüenzas de una de las mayores potencias mundiales. Confío en el espíritu del olimpismo pero creo que es ese mismo el que nos debería llevar a reflexionar sobre ello y hacer del deporte un arma que luchara por la libertad y la igualdad.
Como decía Jack Roggers, Presidente del Comité Olímpico Internacional durante el discurso de clausura, en clara referencia a georgianos y rusos, que al finalizar estos Juegos Olímpicos convivamos como lo hemos hecho durante estos días. Y ¿por qué no pedir que ese espíritu inunde también China durante los próximos años? Tal vez estos Juegos que pretendían servir de horizonte para la modernización política del gigante asiático, se hayan visto frustrados si se han convertido en los pilares sobre los que asentar la continuidad de un régimen comunista que no debemos permitir en el futuro.
Pero tras la desilusión que me provoca la continuidad del sistema político chino, me surge una esperanza, la que se sembró hace meses y estos días ha florecido. Barack Obama ha surgido esta semana en la Convención del Partido Demócrata como la esperanza del pueblo americano y de una mayoría mundial. Si despertaba simpatías por un discurso en el que la palabra cambio cobra un especial protagonismo, esta Convención le ha servido para levantar pasiones.
Obama es el depositario la confianza de una gran masa de población de raza negra que espera ver como se marca un hito con la elección del primer Presidente negro de los EEUU. También es el candidato en el que se vuelcan quienes hasta hace poco apoyaban a Hilary Clinton, porque ella se lo ha pedido. Pero la puesta en escena llevada a cabo durante estos días en la Convención ha significado además, el reflejo del sueño americano en Obama. La televisión se ha encargado de repetirlo, y es cierto, Obama se convierte cada día que pasa en el resurgir de dos espíritus, los de Luther King y John F. Kennedy. Porque el mensaje que traslada no es el del imperialismo ni el de la confrontación, sino el de un protagonismo internacional basado en el consenso. Esto es algo que le ha permitido ganarse simpatías a nivel internacional, especialmente en Europa, otro gigante que no deja de prestar atención a los movimientos del imperio norteamericano. Pero también gana apoyos a nivel interno con una mirada a las clases medias, o con un discurso en el que no se olvida de quienes confían en él para mejorar su situación. Como señalaba el propio Obama, es difícil para la gente comprender como el que llamamos el mejor país del mundo es a la vez uno de los que más recelos despierta en la población del planeta.
Obama ha destellado estos días como la esperanza de significar un giro en la política estadounidense, y lo ha escenificado de manera impresionante. Con hitos del pasado, como el acto final ante más de 80.000 personas, emulando a Kennedy; con la presencia de pesos pesados del Partido Demócrata como el ex-Presidente Clinton, el del senador Edward Ted Kennedy; o el de Hillary Clinton, su rival replegada ante él. Con momentos emotivos y calculados como las intervenciones de su esposa y de su madre, o la continua presencia de sus hijas. En definitiva en una cita perfectamente diseñada para mostrar al mundo al que puede ser el próximo Presidente de los EEUU.
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lunes, 25 de agosto de 2008
Burbujas de oxígeno
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sábado, 23 de agosto de 2008
Un destino de verano
Espero que la monumentalidad de la arquitectura religiosa plasmada en nuestra Catedral y Capilla Real se haya grabado en sus retinas, o el sentimiento profundo que se respira al recorrer las calles del Albaycín. Que hayan disfrutado con las tapas y las terrazas en las que tomar algo aprovechando los momentos más frescos del día. O que les hayan gustado los locales en los que terminar la noche escuchando buena música. De todas formas estoy seguro que la visita dará pie a su regreso a nuestra ciudad, a la que como siempre invito a las personas que conozco, y por que no, también a quien lea este blog, porque descubrirá Granada.
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jueves, 21 de agosto de 2008
De luto
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martes, 19 de agosto de 2008
Crisis está de vacaciones
Desde las paellas y sardinadas que hacen de la feria de día todo un punto de encuentro de jóvenes y mayores, hasta las actividades lúdicas como la fiesta de la espuma o el pasacalles que hacen las delicias de los más pequeños, pasando por el espectáculo que supone el traslado de la Virgen del Carmen por el mar acompañada de fuegos artificiales. A ese esfuerzo colectivo me quiero referir, al trabajo conjunto de las instituciones municipales, de las asociaciones ciudadanas, y a la buena actitud de quienes participan de estas fiestas, algo que quizás lleguemos a echar en falta cuando nos trasladamos a las grandes ciudades en las que en muchas ocasiones la ciudadanía espera ser un mero consumidor de aquello que se le ofrezca.
Personalmente creo que todos estos factores nos permiten dilucidar el escenario en el que se está desarrollando la mal llamada crisis. En primer lugar tenemos claro que existe una recesión de la economía, no solo española, sino a nivel internacional, lo cual es algo que nadie puede negar, ni tampoco puede controlar ningún Estado de forma individual. Estas son las consecuencias de un sistema económico internacional inspirado en el laissez faire del liberalismo desacerbado.
Pero este escenario que de forma tan tremendista nos dibujan los medios de comunicación se enfrenta a una realidad bien distinta como consecuencia de dos elementos: en primer lugar el desarrollo que el Estado del Bienestar ha alcanzado en España, y en segundo lugar, la fortaleza de la que puede presumir la economía nacional para hacer frente a situaciones como esta. En cuanto a lo primero, queda patente en la extensa lista de prestaciones sociales con las que cualquier persona ve garantizado un mínimo de calidad de vida con la que encontrarse en momentos económicamente no tan buenos. Así tenemos una garantía de aumento de las pensiones, un fondo con el que hacer frente al pago del desempleo, una política de becas que nos permite garantizar el aumento en los distintos niveles, etc. Y todas estas prestaciones sociales no son solo una construcción realizada por la buena marcha económica del pasado, sino también por la postura de distintos gobiernos que han querido apostar por ello.
Y como decimos, con todo ello la población española podrá hacer frente de un modo más ágil a esta crisis que los datos nos señalan como patente, aunque quizás no lo sea aún para las economías familiares que están disfrutando de un verano como cualquier otro. Tal vez debiéramos comenzar a pensar en como afrontar unas vacaciones de verano reduciendo los gastos, por aquello de que hay crisis, aunque en nuestras costas no se note.
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martes, 12 de agosto de 2008
La hospitalidad del levante
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viernes, 8 de agosto de 2008
Nos vamos de vacaciones
Han sido varias las personas que durante los últimos días me han dado un toque de atención porque llevaba tiempo sin escribir estas notas. Y son esos comentarios los que me hacen removerme en la silla y ponerme a teclear frente al ordenador. A lo largo del año son muchos los temas sobre los que plasmo mi opinión o mis dudas, desde la situación política nacional a los debates que surgen en algunos rincones de mi ciudad, del impulso a una ciudadanía participativa a los problemas de la juventud, del necesario desarrollo sostenible o de la era digital... Multitud de artículos sobre temas que interesan a la gente en mayor o menor medida, pero cuando llega el verano la línea editorial cambia.
En los próximos días me voy de vacaciones. Hay bloggers que cuando llegan estás fechas cuelgan el cartel de cerrado por unos días, pero no será este mi caso. Sube la temperatura, entran ganas de irte a la playa, o de descansar de tanto ordenador, y en mi caso siento la necesidad de seguir escribiendo. Son en estos días en los que tengo la oportunidad no solo de contar experiencias, sino de trasladaros mis impresiones sobre los momentos que vivo más relajadamente. No asistiré a congresos, pero si me sentaré en la playa a ver la gente pasear por la orilla, y cambiaré las reuniones y actividades por los baños y el ratito en el chiringuito.
Por ello quería agradecer estás líneas a quienes de modo incondicional leen estas Notas de Javier, sin importar la época del año, animándome a continuar con su escritura incluso en verano. Esas personas que me conocen más allá de la red y con las que comparto los buenos momentos, que conocen mi día a día, y que por ello sabrán interpretar como nadie lo que narre en las siguientes entradas.
Nisu que me incentiva a ir mejorando en el diseño, Francis que me ayuda siempre q recurro a consejo, Dani a veces más atento a este blog que al suyo, Zuzana que siempre me lee aunque sea en la distancia, Alfa79 con su mirada a la izquierda, o Jesús al que envidio por su omnipresencia en la red. Estos son solo algunos nombres –sabiendo de mi seguro descuido, pido disculpas a quienes no haya nombrado- de aquellas personas a las que en estas líneas quiero agradecer sus comentarios, su dedicación, y su ánimo.
Y este periplo ha comenzado en Salobreña, desde donde hoy pongo rumbo a Carchuna, donde pasaremos el fin de semana, aprovechando para compartir unos días junto a gente a la que tanto quiero.
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lunes, 4 de agosto de 2008
Con tareas pendientes
Todas estas reflexiones me vienen a la cabeza en el momento en el que pienso en que solo me faltan un par de días para dejar mi ciudad. Son distintos asuntos los que me han retenido aquí, desde los distintos congresos del PSOE hasta la planificación de las actividades de Foro Joven para otoño. He llegado al comienzo del mes de agosto acabando distintas tareas, pero me voy con la tranquilidad de que todos esos asuntos se quedan cerrados. Esto no significa que pueda presumir de unas vacaciones en las que me dedique a cultivar la pereza, porque son otros tantos temas los que pretendo abordar en las próximas semanas.La cercanía de los temidos exámenes de septiembre, que me obligará a dedicar bastantes ratos al estudio; o la respuesta a las distintas invitaciones que me llevarán a hablar de política por distintos enclaves de nuestras costas; y la lectura y redacción de textos con los que hacer frente a los retos que nos planteará el nuevo curso, son algunas de las obligaciones que me ocuparán durante el resto del mes de agosto.
Pero no todo serán obligaciones –no por ello menos gratas, pero obligadas-. También tendré oportunidad de disfrutar del baño y los atardeceres en la playa, de la compañía de quienes hace tiempo que no puedo abrazar, de conocer nuevos lugares… En este sentido tuve la ocasión hace unos días de realizar unas escapadas –que no cuento como vacaciones porque me regresan de nuevo a Granada sin ofrecerme la oportunidad de alejarme de la cotidiano- de visitar dos puntos muy distintos de nuestra geografía.
El primero fue la playa de Los Muertos, en pleno Parque Natural de Cabo de Gata. Este espacio natural me llevo a una reflexión sobre las barbaridades que es capaz de cometer el hombre. Situada en el término municipal de Carboneras, conocido entre otras cosas por el caso del Hotel Algarrobico, se encuentran una central térmica, una cementera y una de las mayores desaladoras de Europa. Y fue en el momento en el que pisé aquella playa virgen, cuando me sorprendió la visión que en la fotografía superior os presento. A nadie más le llamó la atención, pero personalmente me hizo preguntarme durante todo el día como las personas pueden disfrutar de una paraje natural cuando ante sus ojos se levanta toda una instalación energético-portuaria como la que se atisba al fondo de la playa y a escasos miles de metros.Otra sensación muy distinta fue la que me invadió durante el final de esta semana. Junto con María José y sus hermanas he disfrutado de un par de días en Puerto Serrano, un pueblo enclavado en la Sierra de Cádiz. Me resultó sorprendente como a tan solo una hora del ajetreo de Sevilla encontramos un lugar donde la charla sosegada en la entrada de las casas le hacía sombra a las televisiones en prime time. Un rincón donde pese a sorprenderme por la gran cantidad de bares en los que disfrutar de una refrescante cerveza, aún no han llegado las grandes multinacionales de la hamburguesa o la pizza. Toda una ladera en la que ninguna construcción contrasta con las dos plantas que tienen todas las viviendas.
En definitiva un pueblo de los de toda la vida, de los que aún quedan por nuestra geografía, y que se han visto salvados de la modernidad por su lejanía de las grandes ciudades y de las zonas costeras. Fue esto lo que me hizo reflexionar en torno a la sociedad de nuestras urbes, donde no solo hemos apostado por cuestiones urbanísticas, sino también por la sustitución de las relaciones personales por un nuevo modelo de relaciones en las que nuestro interlocutor es la televisión, el escaparate, el coche… es decir, el objeto que represente la modernidad, sin entrar en valoraciones sobre la idoneidad en muchos casos de ese modelo cultural. Quizás esa reflexión sobre lo que debemos de mantener y lo que debemos de cambiar en nuestras costumbres, en nuestros paisajes, o en nuestras relaciones, sea una tarea pendiente de nuestra sociedad.
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Javier Callejón
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