martes, 20 de noviembre de 2007

El último 20-N

Hoy es un día particular, una fecha marcada en el calendario español que no deja impasible a ninguna persona. Mientras algunas rememoran los que fueron tiempos gloriosos para ellas, otras recuerdan que en esta fecha dejó de apretar el yugo que oprimía a la mayoría de la ciudadanía española. Lo único claro que la muerte del dictador el 20 de noviembre de 1975 significó el final a una etapa de cuarenta largos años.

Pero no solo la muerte de Franco hace simbólico este día, a lo largo de la dictadura esta era la fecha del Día del Dolor, en la que se recordaba el fallecimiento de Primo de Rivera, fundador de la Falange Española. Era una fecha elegida para reforzar el sentimiento de pertenencia y supremacía del régimen. Quizás por aquello de ser una fecha marcada para el régimen, fue también una de las fechas elegidas por quienes convocaban las primeras manifestaciones y protestas reclamando libertad y democracia en los últimos años de la dictadura.

Y si seguimos mirando hacia atrás encontramos como el mismo día que acabó con la vida de Primo de Rivera, era fusilado Buenaventura Durruti, sindicalista revolucionario y militante de la Federación Anarquista Ibérica. Pasó a la historia por ser un defensor de Barcelona frente a la sublevación militar, por posteriormente liberar Zaragoza del bando nacional, y por formar la conocida como Columna Durruti que marcharía sobre Madrid para contener la ofensiva de las tropas sublevadas.

Pero estas visiones sesgadas de la historia tienen un fin, este será el último 20-N que podrán considerar como tal. La entrada en vigor de la conocida como Ley de Memoria Histórica impedirá entre otros los actos de exaltación de la dictadura. Tras más de setenta años podremos considerar a nuestros antepasados víctimas de la Guerra Civil y de la Dictadura, sin diferencias entre quienes vencieron y quienes fueron víctimas. Aunque me consta que ya han sido muchas las personas que han muerto sin ver ese reconocimiento hacia sus familiares, quienes han fallecido como descendientes de rojos, como si de un insulto se tratara.

Por fin la legislación será ecuánime con todas las personas, para que la Iglesia Católica haga lo mismo parece que tendremos aún que esperar. Como sabemos, el pasado 28 de octubre el Vaticano beatificó a 498 mártires de la Guerra Civil Española. Víctimas de la persecución religiosa del siglo XX es la definición que se les ha dado, mártires de Franco -del que iba bajo palio-, es la denominación que les ha dado otra gente. Esperemos que algún día la Iglesia Católica tome consciencia de que también fueron muchas víctimas las que hubo en el bando republicano, miembros de esa misma Iglesia, que murieron a manos de nacionales por trabajar del lado de la legalidad junto a quienes más lo necesitaban. Pero tal vez a una Iglesia que solo mira por el poder y por mantener sus privilegios, no le convenga reconocer a quienes siguen la palabra de Jesús, sino a quienes desarrollan el papel de actor político.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen artículo Javier, pero esperemos que sólo sea un "último 20-N" para la jactancia de los anti-demócratas.

La historia, la memoria histórica, tiene que seguir presente.

Salud y Paz. Alfa79

P.D.: como decía "eltercero" en otro blog, algunos jóvenes creen que siempre hemos vivido en democracia.

Anónimo dijo...

Por fin tenemos en España una ley que prohibe esas exaltaciones del fascismo. A lo mejor tengo que darle la razón a quienes hablan de que empezamos a ser un "país normal"!!

Un saludico!!!

Blogosfera Progresista