martes, 18 de diciembre de 2007

El conocimiento en la construccción de ciudadanía

Richard Stallman, unos de los gurús de la sociedad de la información, ha estado en Granada en el marco de la Jornada Ciudadanía, Libertad y Conocimiento. Esta iniciativa que ha partido del Consorcio Fernando de los Ríos –formado por la Junta de Andalucía y las Diputaciones andaluzas-, como espacio de análisis y debate entorno a la sociedad del conocimiento, ha reunido a jóvenes y no tan jóvenes, estudiantes y profesorado, gente del mundo de la informática y de la esfera de la política, etc. Bajo el lema Conocimiento Libre = Ciudadanía Libre, la jornada se celebró en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Granada ocupando todo el día de ayer, 17 de diciembre.

Software libre, brecha digital o sociedad de la información son algunos de los conceptos sobre los que ha versado la jornada, en la que hemos podido asistir a una veintena de intervenciones además de la de Stallman. Todas ellas con un elemento común, la apuesta por una plena ciudadanía, para la cual es imprescindible el desarrollo del libre conocimiento.

Y es que todas las intervenciones nos llevaban a invocar principios básicos de la Ilustración y pilares fundamentales de la Democracia, a invocar a grandes personajes de la teoría política junto a los últimos programas de software libre. Y es que el software libre ha ocupado un papel protagonista en esta jornada, no solo por tener como invitado especial a Stallman, creador del mismo, sino porque tal y como hemos analizado es un instrumento imprescindible para alcanzar una sociedad del libre conocimiento.

La jornada comenzó con un análisis que nos mostraba como podemos presumir de haber vivido un cambio de era. En línea con las teorías de Manuel Castell, se exponía el paso de la era industrial a la sociedad del conocimiento. De considerar desde una perspectiva capitalista a la persona como consumidora, se pasa a tener una visión en la que somos ciudadanos y ciudadanas que participan de/en la política más allá de las elecciones. Aunque como se demostró aún quedan muchos restos del capitalismo más fiero. Como ejemplos de ello se mostraron las patentes y derechos de autor, los cánones digitales, la gestión digital de restricciones, la agenda política marcada por grandes corporaciones, las alianzas empresariales contra la libre competencia, la fortaleza de los lobbyes industriales, etc.

Herencias de la era industrial que encuentran la oposición en quienes gobiernan mirando a la ciudadanía, en lugar de gobernar conforme a los intereses de las grandes multinacionales. Empresas que ven explosiones de resistencia que tienen su origen en la red, software libre que se desarrolla sin los incentivos económicos del capitalismo. Y es que se ha creado lo que hay quienes han dado en llamar la economía solidaria. Podemos ilustrarlo del siguiente modo, si la ciudadanía está obligada por el mercado a introducir las tecnologías de la información y la comunicación no solo en la dimensión pública, sino también en el plano personal, y siempre como simple consumo, es lógico que las personas busquen también alcanzar su emancipación como ciudadanía construyendo también estas herramientas para dejar de ser dependientes de las empresas.

Me permito hacer referencia a las palabras de Fernando Vallespín, Catedrático de Ciencia Política y de la Administración, y Director del Centro de Investigaciones Sociológicas, quien tuvo una de las más interesantes intervenciones. Según él argumentó, el principio de la Democracia pasa porque todas las personas son iguales, por tanto cada persona tiene el valor de un voto, es decir, todas las personas tienen igual capacidad de desarrollar valores políticos que les permitan ejercer como tales. Al vivir en comunidad, construimos el juicio político individual a partir del conocimiento de lo que piensan los demás, para lo que necesitamos de la comunicación con el resto. Pero estos espacios de comunicación están controlados por corporaciones que deciden las informaciones y marcan la agenda política. Frente a los mass media ¿qué podemos hacer para fomentar la competencia ciudadana, el juicio político de las personas, y que sea la ciudadanía la que decida los temas de la agenda política?

La respuesta la encontramos en la sociedad del libre conocimiento, en espacios que garanticen el derecho a la información y la comunicación, en una red que garantice los principios ilustrados: la igualdad de acceso de todas las personas a esa información, la libertad para difundir y utilizar esa información, y la solidaridad al poder aportar a la construcción del conocimiento. Para esto necesitamos del software libre, el cual permite a la sociedad civil cambiar los equilibrios tradicionales del poder. Establecer una lucha por la emancipación de la ciudadanía que utiliza las nuevas tecnologías de la información y la comunicación como armas.

Si ante esta fortaleza del poder capitalista enfrentamos el poder de presión de la red podemos provocar el cambio. Para ello, como señalaba la Eurodiputada Paca Pleguezuelos, el acceso a la sociedad del conocimiento se debe contemplar como un derecho de la nueva Europa social. Así también debe existir una corresponsabilidad por parte de la ciudadanía para no pervertir la red, hacer un uso extensivo de ella, tener en cuenta que debe ser espontánea e impulsar la participación política y social.

En esta aldea global, en la que queremos ser todas las personas iguales, no debemos olvidar facilitar a todas las personas las herramientas, aquí es donde llega la sociedad civil a impulsar la emancipación de quienes no tienen la capacidad de acceder a través del mercado capitalista. Es en este punto cuando se debe conquistar la libertad. ¿Cómo emancipar a estas personas? Otorgando aquel conocimiento que se necesita, el código abierto, la llave para abrir las comunicaciones sin autorización, censura, ni espionaje de las multinacionales.

En este sentido Adolfo Plasencia, profesor de Conceptos Multimedia de la Universidad Politécnica de Valencia, indico que el mayor potencial de la sociedad civil es hoy en día el de poder publicar. Según él, mientras que las empresas poseen una cultura alfanumérica, la participación de la ciudadanía funciona con una cultura de convergencia audiovisual. Con distintos ejemplos nos mostró como lo que muchas personas pensábamos que era ciencia ficción, es ya una realidad. Por tanto, tenemos que ser realistas y pedir lo imposible.

Para terminar quiero dejar una frase, que pertenece a quien fuera uno de los mayores filósofos de la humanidad, porque estoy seguro que si le hubiera tocado vivir en este momento también la hubiera pronunciado.

Solo es útil el conocimiento que nos hace mejores. Sócrates

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Fíjate que me hubiera encantado estar allí. Oye ¿cómo te enteraste? Mira que leo la prensa,,, pues de todo esto sólo me he enterado a toro pasado.

Esteban dijo...

Una buena crónica. Te dejo otra centrada en Stallman:
http://polisea.net/blog/?p=718

Saludos

Blogosfera Progresista