martes, 22 de abril de 2008

Sobre el sistema electoral español

Leyendo en el blog de una compañera, Laura Robles, sobre los continuos cambios de Gobierno en Italia, me viene a la cabeza una reflexión. ¿Cómo podemos tener entre la ciudadanía una percepción no excesivamente positiva del sistema electoral español, cuando es el modelo sobre el que pretende inspirar Italia su reforma? Sobre este tema mucho se ha escrito, pero para ilustrar brevemente donde están los aspectos a debatir, expongo a continuación una breve introducción al tema que estos días he realizado para una asignatura.





La actualidad del debate sobre el sistema electoral español


Tras las pasadas elecciones del 9 de Marzo, en España se ha establecido con más fuerza que en otras ocasiones un debate entorno a la necesidad de reformar el sistema electoral. Esta es una reivindicación que se incluye en el discurso político de distintas formaciones, pero que también está calando entre la ciudadanía. La descarada desproporcionalidad de la representación parlamentaria en los últimos comicios es el origen del debate, que se suma a otros establecidos anteriormente como la reforma del Senado, o el establecimiento de listas abiertas.

Como podemos comprobar a diferencia de la opinión extendida el sistema español no podemos considerarlo un modelo bipartidista, ya que permite una participación de partidos minoritarios y nacionalistas, así como tampoco podríamos justificar el argumento extendido de una sobrerepresentación de los partidos nacionalistas, que, como vemos reciben un tanto por ciento de escaños próximo al del número de votos obtenidos.

Pero si analizamos los datos encontramos una variación importante en la segunda y tercera fuerza de ámbito estatal –IU y UPD-. La gran diferencia entre el resultado obtenido y el número de escaños que proporcionalmente le deberíamos asignar varía de forma sustancial en detrimento de estas fuerzas, siendo desviado a las dos fuerzas mayoritarias en el ámbito estatal que se ven reforzadas. Pero existe un tercer elemento que también destaca por su incongruencia, la falta de representación de CA, mientras otro partido, como NA-BAI, con menor número de votos obtiene representación.

La principal causa de este funcionamiento inadecuado del sistema electoral está en la importante dispersión del voto ante la multiplicidad de circunscripciones, además del propio sistema que tiende a reforzar el peso parlamentario de las dos principales fuerzas con el objetivo de garantizar la gobernabilidad.

La vigencia del debate sobre el sistema electoral pudimos llegar a constatarla en el debate de investidura, al ser uno de los ejes de las intervenciones de varios grupos parlamentarios que solicitan una modificación. La respuesta del candidato a la Presidencia del Gobierno fue positiva, ya que apostó por la creación de una ponencia para la reforma del sistema electoral en el marco de la Comisión Constitucional. Estos trabajos deberán enfrentarse a un gran obstáculo, el rechazo del principal partido de la oposición a realizar reformas en este sentido.
En cuanto a las posibles reformas del sistema que podríamos realizar, deben dirigirse a consolidar la representación de la sociedad en las Cortes y garantizar la gobernabilidad. Para ello se deben mantener varios elementos del actual sistema entre los que destacarían la baja fragmentación parlamentaria, la pluralidad de la representación, la alternancia en el poder, y sumar mecanismos que aumenten la representatividad de la tercera y cuarta fuerza política, que en la actualidad es uno de los talones de Aquiles del sistema español.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas veces lo hemos escrito en los blogs, el sistema electoral es obsoleto, añejo e injusto.

Tenemos que "obligar" democráticamente a los partidos políticos y a la ciudadanía. Si no es así, quizás las próximas elecciones se irán al garete (sobre todo para el PSOE, porque los del PP siempre votan).

Saludos. Alfa79

Blogosfera Progresista