Sobre los últimos acontecimientos

Son demasiados días sin escribir Las Notas de Javier, y alguna llamada de atención de Rigoletto, Alfa, o Pinar. El caso es que estas últimas semanas han coincidido con días en los que las ocupaciones de otro tipo me han robado muchas horas, quizás las que tenía para mostraros a través de este blog mis impresiones. Han sido muchos los temas que he dejado pasar y sobre los que me hubiera gustado escribir, asuntos como la Feria del Corpus, o las protestas sobre el Plan Bolonia. Pero los últimos días hay un tema que no quería dejar pasar, y que no he abordado antes porque esperaba a que estuviera cerrado.

Los medios de comunicación comenzaron a difundir informaciones sobre posibles dimisiones en el Grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Granada hace unos días. Todo este asunto llego a su fin el pasado viernes con la reestructuración de este Grupo. Los titulares han llegado, y Carmen García Raya será la nueva portavoz socialista en el consistorio granadino. Pero tras este nombramiento caben muchas reflexiones.

Como antecedentes para quien no conozca la historia podemos fijar como hitos la conquista de la Alcaldía por parte del Partido Popular en mayo de 2003, tras cuatro años de desgaste a un equipo de gobierno integrado por PSOE, IU, y PA. La composición de la oposición socialista tuvo varias dimisiones. Entre las más destacadas estuvieron las de José Moratalla, número uno de la lista, y de Juan Montabes, portavoz municipal. Esto llevo al PSOE granadino a enfrentarse en 2007 a unas nuevas elecciones en las que el liderazgo de Javier Torres Vela ensombreció las críticas respecto a su método de elección, pero no a la falta de compromiso de los miembros de la lista, elemento que se suplió con un compromiso del candidato para abordar un proyecto a ocho años vista, pese a que los resultados fueran adversos.

Esto nos llevo a la constitución de un Grupo municipal, tras la derrota electoral, que capitaneaba Javier Torres Vela con el apoyo de los y las restantes concejales. Y pese a la distancia existente entre el candidato y la ciudadanía en la campaña, se cogía fondo, llegando a sentirse al portavoz municipal como alguien con calado en los barrios. Pero el rumbo que las personas le quieren dar a sus vidas no es algo que los partidos políticos deban constreñir por lo que desde las siglas socialistas no se ha impedido la dimisión de Torres Vela, no solo como portavoz, sino su retirada de la vida política.

Ante esto, a mi me cabe personalmente una sola palabra, Gracias, por los treinta y tres años de dedicación a la política y de compromiso con la ideología socialista. No solo ha sido una persona que ha representado a Granada durante todo este tiempo en distintas instituciones, sino un artífice del proceso de consolidación democrática en España. Los anteriores son elementos sin los cuales no podemos valorar la figura de Torres Vela, y parece injusto criticar la dimisión presentada el pasado miércoles sin entrar en consideraciones respecto a su larga trayectoria de compromiso con todas las funciones que desde la organización socialista se le han asignado.

Pero esta dimisión crea un vacío en el Grupo municipal, que la Comisión Ejecutiva Municipal del PSOE se ve en la obligación de cubrir rápidamente. La decisión adoptada por unanimidad y ratificada por los miembros del Grupo municipal fue la de Carmen García Raya. Esta persona formaba parte de la lista socialista como número dos, y como se entiende como segunda persona con mayor confianza y responsabilidad por parte del PSOE que fue quien ratifico la lista en sus órganos de dirección primero, y en su Asamblea municipal en último término. Del mismo modo, también se ha asumido las nuevas incorporaciones que suplirán las vacantes ocasionadas por Cesar Girón y Juan López Domech. De este modo, Virginia Martínez, Néstor Fernández, y María Rodríguez, asumirán competencias como nuevos miembros de la representación socialista en el Ayuntamiento granadino.

Pero yendo más allá debemos preguntarnos cuales son los motivos que nos llevan a encontrarnos una legislatura más tarde en la misma situación. Como elementos para el análisis podemos encontrar tantos como personas cuestionáramos, pero solo algunos son objetivamente validos. En primer lugar no podemos desdeñar la falta de apoyo que desde la dirección provincial se tiene hacia el PSOE de la capital. Esta ausencia de los asuntos de la ciudad en la agenda política de la agrupación provincial pueden responder a distintos motivos, podría ser el interés en prestar mayor apoyo a los pequeños municipios en los que se es más fácil rentabilizar los apoyos, o tal vez a los rencores personales y el afán de permanencia en el poder que hacen a las personas no fijar claramente los objetivos en el partido de la oposición sino en los adversarios internos. En definitiva, lo único claro es que la falta de respaldo provincial a la gestión del Grupo municipal es patente.

Pero surge otro segundo elemento, y es la desactivación de la propia agrupación. Pese a encontrar la agrupación más numerosa en cuanto a militancia de la provincia, hemos de ser conscientes de la falta de implicación de sus miembros en el día a día, en parte por la falta de participación que se le da en los procesos de toma de decisiones. Son diversas las ocasiones en las que hemos podido ser testigos de debates cuyas conclusiones no han traspasado el filtro de los órganos de dirección, y este es uno de los principales elementos de apatía en la participación.

También me gustaría como deber con la militancia de las Juventudes Socialistas, aclarar los términos en los que se interpretó nuestro mensaje en los medios de comunicación. En mi intervención como portavoz de Juventudes Socialistas en la Comisión Ejecutiva celebrada el pasado viernes hice patente nuestro apoyo a la reestructuración del Grupo municipal, aunque señalando la necesaria llamada de atención a dos elementos que me parecen necesarios. En primer lugar las distintas informaciones que en prensa han anunciado durante las últimas semanas la posible dimisión de Carmen García Raya, ante lo cual creo que debemos entrar en consideraciones puesto que el desgaste que supondría para nuestra organización su dimisión en un futuro cercano es inadmisible, y sería perfectamente encajable en este escenario el barajar otros nombres para ese puesto. Y en segundo lugar sobre la necesaria llamada a la atención al resto de miembros, para, como dije en dicha Comisión, requerir a quien tenga en previsión una posible dimisión, reclamarle que la realice ahora, antes de dar oportunidad a que la crítica hacia el partido sea mayor.

Finalmente, y como, no solo puntualización a los medios de comunicación, sino también aclaración a la militancia socialista. Creo que debemos recordar que la portavocía municipal no supone la presentación de candidatura, es decir, que el PSOE granadino no tiene aún candidato o candidata para los próximos comicios municipales. Los motivos que podríamos enumerar son muchos, pero hay dos que imperan. El primero es que es el momento de realizar una labor de oposición municipal, y no de lanzar candidaturas. El segundo, porque para ello primero deberá expresarse la militancia socialista en las urnas para elegir quien será la cara del PSOE en 2011.