martes, 28 de agosto de 2007

Turismo ¿sostenible?

Este es el panorama de la mayoría de los municipios de la Costa del Sol, y podríamos decir que del litoral mediterráneo en general. Laderas construidas en su totalidad hasta llegar a la misma orilla del mar. Fruto de ese reclamo turístico que se puso en boga cuando España sufría una dictadura, y que rezaba Spain is diferent. Con el atractivo de nuestras playas y nuestro sol, miles de turistas aterrizan en nuestras costas cada verano, los hay del extranjero y de España, y aprovechan sus vacaciones para descansar en la playa.

Pero hace mucho tiempo ha llegado el momento de plantearse hasta que punto es sostenible este modelo. Para mi es sorprendente que haya personas que se desplacen cientos de kilómetros con el objetivo de pasar unas semanas en apartamentos alejados de las playas y que disfruten de los baños en las piscinas de sus urbanizaciones. O que están anhelantes de vivir esos días de descanso en centros comerciales como los de sus ciudades de origen. Que quieran cambiar el cemento de la ciudad por un paisaje, el que tenemos en nuestras costas, inundado por construcciones.


El urbanismo de nuestros municipios costeros en diversas ocasiones ha sido llamado a la atención. Pero el resultado en municipios como los que he visto en los últimos días –Torremolinos, Fuengirola, Benalmadena, etc.- ha sido desastroso. Lejos de cuidar el patrimonio turístico del que podían presumir, se han lanzado a una ardua tarea de cimentación del territorio. Lejos quedaron esos bloques de apartamentos en primera línea de playa, ahora encontramos inmensas urbanizaciones en las laderas de los montes y torres de alturas increíbles. Cualquier lugar es bueno para construir, que carezca de equipamientos o de los más mínimos requerimientos es algo sin importancia. Aunque las consecuencias sean luego la falta de caudal de agua, de capacidad depuradora, o de suministro eléctrico, cuando la avalancha de veraneantes llega al punto de destino colapsando las vías de circulación y aparcamientos

Y me pregunto hasta cuando esta situación se mantendrá. Porque de momento hay algo que llama la atención, fruto del turismo estacional, la mayoría de estas viviendas se encuentran desocupadas la mayor parte del año, pero, y ¿si la población española en continuo envejecimiento decide, al igual que muchas colonias extranjeras, establecer su residencia en nuestras costas? ¿cómo pretendemos dar respuesta a esa población estabilizada con necesidades específicas? O también podríamos plantear el caso inverso. Imaginemos que un futuro triunfo del llamado turismo rural o del turismo cultural, provocara que nuestras costas permanecieran desoladas durante el verano como lo están durante el invierno. ¿Qué deberíamos hacer con esos millones de construcciones?

Son demasiados interrogantes a los que quizás se les debió dar respuesta antes de provocar el problema al que nos enfrentamos en la actualidad. De momento, la respuesta que se ofrece a como atraer al turista por parte de la empresa privada suena a parche –aunque rentable para el mundo empresarial- y consiste en aumentar la oferta de ocio al máximo. Y en estos municipios encontramos pubs y discotecas, campos de golf, centros comerciales, puertos deportivos, un amplio tejido comercial, actividades de ocio de todo tipo, que pretenden dar respuesta convirtiendo en negocio el descanso vacacional en el que muchas personas simplemente pretendían bañarse en la playa y tumbarse al sol.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya que has sacado el tema... (extraordinario post por cierto, como todos los anteriores). Yo lo que no entiendo es que haya tantas familias que paguen 3.000 euros por un mes en un apartamento normalmente cutre para sólo bajar a la playa y vivir con peor calidad de lo que acostumbran... Si lo comparamos con algunas extraordinarias ofertas de viajes por mucho menos precio y de mayor calidad, la verdad, no lo entiendo. Supongo que como los españolitos vivimos mucho del que dirán y del deporte nacional de aparentar, pues queda muy bien decir "hemos estado un mes en un apartamento de la playa".

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