viernes, 14 de diciembre de 2007

Habemus Rector

Francisco González Lodeiro ha sido designado nuevo Rector de la Universidad de Granada. En una segunda vuelta en la que se enfrentaba a Rafael Payá la victoria no se resolvió hasta tener el 100 % del voto escrutado. La diferencia ha sido pequeña, ganaba un Lodeiro con el 52´1 % de los votos, frente a un Payá que contaba con el 47´6 %.

Pero una vez resuelta la contienda electoral, mientras los carteles y banderolas son retirados, y en el Hospital Real comienzan a preparar los bártulos quienes dejan paso a un nuevo equipo, ha llegado el momento de realizar los oportunos análisis. Estas elecciones han sido una prueba de fuego para el sistema de sufragio universal ponderado que tiene nuestra Universidad. La participación no debe considerarse en términos generales, ya que mientras que el alumnado se ha situado en el 22´33 % en primera vuelta y el 17´35 % en segunda, los subsectores del profesorado y personal de administración y servicios se han situado muy por encima.

88´86 % Profesorado funcionario doctor
85´06 % Profesorado funcionario no doctor
82´86 % Contratados permanentes doctores
80´00 % Eméritos
76´77 % Personal de administración y servicios
63´45 % Resto personal docente e investigador
38´69 % Personal investigador en formación
30´99 % Profesorado asociado de Ciencias de la Salud

Por lo tanto podemos extraer una primera conclusión, que encontramos los mayores índices de participación en aquellos sectores con mayor vinculación en la Universidad, mientras que esta participación disminuye cuanto más breve es su paso por la institución. Es decir, quienes más interés ponen en la elección del máximo responsable son quienes más dependen laboralmente de la Universidad.

Pero no es la participación el tema sobre el que ha girado la legitimidad del proceso. La ponderación del voto ha cobrado un gran protagonismo en las estrategias electorales de las candidaturas, así como en las tertulias de café. La cuestión es el distinto valor que tienen los votos según quien los emita. Los porcentajes de ponderación deben considerar a todos los sectores de la comunidad universitaria, así como garantizar el 51 % para el profesorado funcionario doctor (cátedras y titularidades) según la Ley Orgánica de Universidades (LOU) que aprobara el gobierno del Partido Popular con el rechazo de la comunidad universitaria. En el caso de Granada nuestros Estatutos reflejan la siguiente distribución:

51´% Profesorado funcionario doctor
25 % Alumnado
12 % Personal de administración y servicios
4 % Profesorado funcionario no doctor
4 % Resto personal docente investigador
2 % Contratados permanentes doctores
1 % Profesorado asociado de Ciencias de la Salud
0´67 % Personal investigador en formación
0´33 % Eméritos


En los últimos comicios hemos podido comprobar como en la primera vuelta de nada le sirvió a Campos ser el más votado por el alumnado, o en esta segunda, que Payá contara con la mayoría entre el alumnado y el personal de administración y servicios. Esto ha supuesto para Lodeiro fundamentar su victoria en el preciado 51 % del profesorado funcionario doctor, donde se ha distanciado por 249 votos de los 700 que obtuviera su contrincante. O como dato curioso, que de los cinco profesores eméritos de nuestra Universidad, votaran cuatro, teniendo esos un valor de 0´33 %, es decir, el mismo que 122 estudiantes. También podría llamarnos la atención que con los coeficientes de ponderación que resultaron, 808 miembros del sector profesorado funcionario doctor tenían el mismo peso que los casi 60.000 estudiantes.

Podríamos seguir analizando las cifras o entrar en el debate sobre la idoneidad del sistema, pero prefiero volver a la realidad. El próximo 18 de diciembre, tendrá lugar la proclamación definitiva de Francisco González Lodeiro como Rector. Desde hoy mismo me consta que ha comenzado su ardua labor, en primer lugar organizando un gran equipo de trabajo para que desde las instancias del Rectorado dirija la primera empresa de la provincia durante los próximos cuatro años.

Finalmente, me gustaría desde aquí brindar mi apoyo y colaboración a esta nueva etapa. Serán cuatro años en los que nos esperan grandes retos que deben responderse con un gran esfuerzo por nuestra parte, y en los que estoy seguro que se sabrá trabajar impulsando nuestra Universidad.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo soy de los antiguos: cada hombre/mujer un voto y nada de pònderación. Las diferencias de valor de los votos, tal como lo expones, es insultante. Lugo decimos que los "niños" no votan. ¿Para qué van a hacerlo si su voto apenas cuenta?
¿Y qué se opina de los ocho años de rectorado de D. Aguilar?
Rigoletto

Anónimo dijo...

Y continuando con el sufragio universal y la igualdad entre las personas y sexos...
¿ por qué no se ha presentado ninguna mujer -seguro que habrá unas cuantas y bien preparadas- a rectora de nuestra Universidad centenaria ?

Un hombre como yo, y al menos casi el 60 % de los estudiantes (que son mujeres), estoy seguro que tendrán la misma duda.

Un abraZo. Alfa79

Javier Callejón dijo...

Yo también he echado de menos una candidata a Rectora pero presentarse es una decisión personal de cada cual. De todos modos las posibilidades de que fuera mujer eran menores por cuanto son minoría las mujeres catedráticas, algo que cambia pero lentamente.

La valoración que haría de la etapa de Aguilar al frente de la institución no sería excesivamente positiva. Por supuesto aprobaría la gestión que se ha llevado a cabo, sin embargo, tenía puestas esperanzas en que fuera más ambicioso en las reformas que nuestra Universidad necesita. Además debemos valorar que ha sido una etapa protagonizada por grandes cambios legislativos que han afectado directamente a la universidad española –LOU, Ley Andaluza, Estatutos, etc-.

En cuanto al sistema de elección podríamos encontrar tantos puntos de vista como a personas preguntáramos. Aunque se resumen en dos de modo elemental. El sufragio universal, una persona un voto, algo que dejaría sin ninguna importancia al resto de sectores, y que pondría en manos del alumnado la elección. O segundo, que al igual que en una empresa o banco los clientes no participan en la toma de decisiones, la Universidad tiene unos clientes/estudiantes que tampoco tienen porque participar en su gobierno.

Estos son los dos extremos y como vemos el sistema actual se encuentra a medio camino entre ambos. Aunque muchos apostamos por regresar al modelo de elección por el claustro. Los aspectos positivos de ello son la elección por aquellas personas que mejor conocen la Universidad y a las posibles candidaturas, y que suprimiría campañas puramente publicitarias como las que hemos visto.

Anónimo dijo...

Javier, has demostrado la magnanimidad de un estadista, al inhibirte voluntariamente para no interferir en el desarrollo natural del proceso de elección.

Nadie puede dudar de las repercusiones que hubiera tenido tu pronunciamiento, en uno u otro sentido.

La política nacional necesita de gente de tu talento y bien hacer.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con el anterior comentario... Y encima, querido Javier, tuviste el detalle (otro rasgo de gran estadista)de acercarte a la celebración de la candidatura de Lodeiro a felicitar al nuevo rector. No hay ninguna duda de que cualquiera que hubiera sido el vencedor allá hubieras estado tú para felicitarle.
Coincido plenamente en que personas así son más que necesarias para la política nacional. Mi más sincera enhorabuena por semejante actitud, debe ser muy dificil mantener tanta neutralidad pudiendo jugar un papel decisivo.

Javier Callejón dijo...

Solo puedo agradecer los elogios que me lanzáis, pero permitidme que exprese mi sorpresa porque creo que valoráis excesivamente un gesto que no tiene la menor importancia, simplemente cada cual hace lo que cree que debe hacer en ese momento. Yo he participado activamente en política universitaria durante varios años, implicándome en elecciones de todo tipo, pero ahora no tocaba.

Un abrazo. Javier Callejón

Blogosfera Progresista