Un país de mierda

Esta tarde el Presidente del Gobierno ha comparecido ante el pleno del Congreso de los Diputados. Las medidas a adoptar por parte del Gobierno ante la situación económica actual han sido el asunto a tratar. Zapatero ha demostrado que es consciente del momento económico que se vive, no solo en España, sino a nivel internacional. La desaceleración de la economía conlleva perjuicios para la economía de las familias, y especialmente a pensionistas, jóvenes, desempleados, etc. y es precisamente en la dirección de paliar las cargas entre los sectores más vulnerables, en el sentido que se están implementando medidas por parte del Ejecutivo. Aumentar el apoyo a las políticas sociales, incrementar aquellos mecanismos de compensación económica, como son pensiones, prestaciones de desempleo, becas de educación o ayudas a vivienda pública, son medidas que facilitan el transcurso durante los próximos meses. Del mismo modo se llevan a cabo otras medidas que pretenden revitalizar el funcionamiento de nuestra economía, aumentar su crecimiento, y hacer frente a la situación ocasionada por la caída del sector de la construcción o el aumento del precio de los carburantes.

Pero ante las cifras que señalan que ha habido un aumento del desempleo, o que el crecimiento de nuestra economía ahora es menor, hay quien pretende dibujar panoramas catastrofistas. Tal es el caso de algunos grupos parlamentarios, especialmente del Partido Popular, que pese ha ser responsable en gran parte de la dependencia económica que tiene nuestro país del ladrillo, no se da por aludido. Pero si algo está claro es que nuestra economía no da pasos hacia atrás, sino que donde antes dábamos tres pasos al año, ahora daremos uno, pero hacia delante como demuestran las cifras. Y es que las cuentas son las que son, aunque hay quienes quieran dejarse guiar más por el titular, que al final solo tiene una frase y no entra nunca en el detalle.

Pero la reflexión que me viene a la cabeza es otra distinta a la que se convierte en eje de debate en nuestras tertulias. Destacan ante mis ojos no las medidas, ni las cifras, ni los argumentos, sino el modo que tiene la oposición de desdibujar la realidad en sus intervenciones. Esa visión sesgada me voy a permitir compararla con un ejemplo, un vídeo que forma parte de una campaña de marketing viral. Como podréis comprobar las cosas no son como muchas veces nos las pintan, sino que la realidad es distinta. Os muestro el vídeo que se editó en una primera fase, y quienes queráis ampliar la información podéis visitar la página web, cuya dirección se muestra al final del vídeo, y que os desvelará el sentido de esta campaña de marketing viral.