jueves, 21 de junio de 2007

Iglesia y EpC


Algunos días al ver el telediario o leer la prensa hay quien me saca de mis casillas. Hoy no podía ser menos y para ello la Iglesia Católica a través de sus más altos representantes han hecho todo lo posible consiguiéndolo.

Me indigna escuchar como la Conferencia Episcopal llama a la rebelión contra la asignatura Educación para la Ciudadanía, y como para ello han publicado una nueva declaración sobre la LOE. Considerando detenidamente el tema la Iglesia peca de hipocresía, de una gran hipocresía. En primer lugar, sorprende como pueden apelar a la libertad de conciencia quienes impulsan desde sus espacios –templos, colegios, radios, residencias, etc.- una alienación de toda la ciudadanía inspirándose en una estrategia de sumisión.

En segundo lugar la Conferencia Episcopal denuncia que el Estado no tiene el papel de educador moral en un estado democrático de derecho. Ante esto cualquier demócrata se echa las manos a la cabeza. ¿Pues quién pretende la Iglesia que sea responsable de la educación? ¿Por qué la Iglesia no protestaba, sino todo lo contrario, cuando se impartía Formación del Espíritu Nacional durante la dictadura franquista? Quizás a la Conferencia Episcopal le gustaba más la situación durante el franquismo, donde disfrutaban de una situación privilegiada y eran una parte responsable del proceso de adoctrinamiento.

Lo que seguro no es función de una iglesia, es el llamar a la desobediencia civil, a rebelarse, ni a ninguna otra cosa que se le ocurra a la jerarquía eclesiástica, ante una Ley Orgánica aprobada por las Cortes españolas, donde reside la soberanía popular. ¿O acaso ahora vamos a permitir que en un Estado laico las normas que regulan la convivencia ciudadana tengan que ser sometidas al visto bueno de la Iglesia Católica? Resulta que quienes rechazan cualquier intromisión en los asuntos de la Iglesia, están dispuestos a pecar de injerencia en los asuntos del Estado.

El Partido Popular también ha visto la oportunidad de despotricar contra el Ejecutivo. A través de su portavoz de educación, Eugenio Nasarre, han apoyado el derecho de objeción ante la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Es curioso como cuando el Partido Popular reformó la LOE, incluyendo la Religión como asignatura obligatoria todos estos sectores de la sociedad no se plantearon que se atacara la libertad de conciencia.

La Iglesia Católica está dispuesta a seguir convirtiendo los lugares religiosos en espacios donde radicalizar a sus incondicionales, a presionar sin importarle la opinión de la mayoría de la ciudadanía, y a hacer creer a sus fieles que tienen derecho a recriminar otras formas de vida. ¿Hasta cuando pensarán seguir tensando la situación? ¿Qué respuesta darían si se rescindiera el Concordato con el Vaticano? ¿Sigue siendo necesario aún el Concordato en un Estado laico?

4 comentarios:

Diego Cruz dijo...

Son patéticos. Bueno, Serrat los define muy bien en una de sus canciones: "macarras de la moral".

Luis Salvador dijo...

Querido amigo, me encanta verte en la Blogosfera.

En breve tendré noticias importantes que darte para este ámbito de opinión, que te garantizo será importante para la campaña electoral que se avecina.

Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Cuánto tiempo Javi, desde la Facultad. He llegado aqui por tu post en el blog de Rafael Estrella. Un saludo del "australiano".

Jessica I.C dijo...

Yo como siempre en mi inopia personal, ando desconectada del mundo que me rodea y sólo salgo cuando hay algo que verdaderamente me indigna.

Se que el tema de la nueva asignatura está generando un debate político - eclesiástico, bastante fuera de lugar; pero no hay Dios que le quite el protagonismo a los religiosos en este país!!!!

Hoy viendo las noticias en busca de la inspiración para la imagen del próximo post, he visto las declaraciones de un obispo que calificaba dicha asignatura y su implantación en los colegios concertados como mala, malísima y peor. ES EL MAL! ha soltado por su boca!

Señores déjense de tanta parafernalia y de intentar crear una sociedad de incultos aleccionados con una doctrina imaginada y repetida hasta la saciedad, que hace de la moral y la fe del que la profesa un cómic en blanco y negro.

Blogosfera Progresista