Los adelantos de campaña

A lo largo de esta semana hemos tenido un adelanto de lo que nos espera a lo largo de los próximos meses. Mariano Rajoy sigue en su carrera de despropósitos para alcanzar la Presidencia el próximo mes de marzo. La última ocurrencia que le ha surgido ha sido volver a reclamar que el himno de España tenga letra. Y se lanza con su propia propuesta, que haga referencia a la Monarquía, aprovechando que en estos días es el tema de portada.

Muchas personas nos preguntamos si lo que realmente Rajoy y el Partido Popular quieren es una España unida, o encargarse personalmente de fracturarla como hicieran en otros tiempos. Desde que perdieran el poder han inspirado toda su estrategia en poseer el concepto de nación única, ser titulares de los principios y valores, abanderar la roja y gualda, y ahora inspirar la letra de nuestro himno.

Toda una campaña de imagen para ocultar el verdadero debate que debería plantearse a pocos meses de las elecciones generales. La cúpula popular es consciente de la necesidad de secuestrar el debate sobre la gestión del Gobierno de Zapatero, porque las políticas socialistas han beneficiado a grandes sectores de la sociedad, a los más desfavorecidos, a la juventud, a nuestros mayores, a las mujeres, a las personas dependientes, a homosexuales, a estudiantes, a quienes no tienen vivienda, a emprendedores y emprendedoras…

Además esta cortina de humo lanzada por el Partido Popular oculta la falta de programa, de propuestas realistas que solucionen los problemas de la ciudadanía, a la vez que oculta los grandes enfrentamientos internos de las familias que forman el Partido Popular. Esperan que se olvide el poder que ha llegado a alcanzar la prelatura del Opus Dei y de los Legionarios de Cristo, el afán de protagonista de Gallardón, el rechazo de Rato a colaborar con ellos, el tejido mafioso de Aguirre, los negocios fraudulentos de Zaplana, o el avance en posiciones internas que tienen los sectores de extrema-derecha.

Y en esta estrategia por embaucar a través de la mentira y la manipulación no han dejado de contar con Aznar, quien ha añadido una más de sus innumerables intervenciones en perjuicio de España. En esta ocasión con motivo de la presentación de un libro ha aprovechado para volver a poner en tela de juicio la aptitud del Gobierno, realizar uno de sus peculiares análisis sobre la realidad, y anunciar que nos encontramos en un periodo guerra-civilista. Y no dejo de estar de acuerdo en algo, hay una masa de españoles y españolas, afines al Partido Popular, que actúan como si se encontraran en la primavera del 36. Hay una parte de la ciudadanía, ubicada en la derecha ideológica, que pretenden ahondar en el discurso de las dos Españas, apropiarse de la roja y gualda y desprestigiar la tricolor, defender desde el Estado los intereses de la Iglesia, y olvidándose de lo que significa Democracia, hacer imperar sus posturas sin respeto a la mayoría.

A continuación me voy a permitir incluiros las reflexiones de Iñaki Gabilondo, que al hilo de lo anterior realizaba el pasado martes. En ellas nos obliga a darnos cuenta de cuales son los debates sociales, y de cual es la responsabilidad de los medios de comunicación en la opinión pública.

Porque no olvidemos que sin medios de comunicación tampoco hubiera obtenido el éxito que ha alcanzado la nueva campaña de Juventudes Socialistas entorno a la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Una materia que cada vez estoy más seguro de su necesaria inclusión en los planes de estudio. Al igual que cualquier otro, baste con ver las actitudes machistas, el desconocimiento entorno a nuestras normas, el racismo o la xenofobia, o la falta de valores pacifistas, de igualdad, tolerancia, etc. para darnos cuenta de lo positiva que puede ser esta nueva asignatura. O acaso, el vídeo elaborado en clave de humor no nos recuerda a respuestas que cualquier día podemos escuchar por la calle.

La respuesta que han planteado las nuevas generaciones populares ha sido sobre si se les tacha de pijos, tontos y machistas. Tras ver en un par de ocasiones el citado vídeo no he encontrado aún ningún elemento que identifique a los dos protagonistas con ningún partido político, salvo sus respuestas. Y es que, los y las populares al parecer se han sentido identificados con un personaje que sitúa a la mujer en un segundo plano, que desconoce la Constitución, que piensa que Aznar fue más pacífico que Ghandi, y que opina que el matrimonio entre homosexuales es una mariconada. Por lo tanto, razón de más para que estudien Educación para la Ciudadanía.