Mi homenaje al 28 de octubre

Analizando la actual España desde el comienzo del periodo democrático creo que existen tres periodos que la han convertido en lo que es hoy día. Según a quien consultemos encontraremos más o menos periodos, pueden analizarlos desde el punto de vista económico, social, o como yo prefiero, político. En este sentido encontramos varios periodos marcados por los distintos Gobiernos que ha habido en España, pero personalmente considero que tres han sido los más significativos para el progreso de nuestro Estado.

En primer lugar hemos de destacar los años en los que Adolfo Suarez ocupó la Jefatura del Gobierno, el periodo conocido como Transición. En estos años se produjeron grandes avances políticos, como la libertad sindical, la pluralidad de partidos políticos, la legalización del Partido Comunista, las primeras elecciones democráticas, y el reflejo de todo ello fue la aprobación de la Constitución donde se reconocían todos esos avances que como Estado de Derecho habíamos plasmado.

Otro de los periodos es ese que hoy celebra 25 años de su comienzo, el primer gobierno socialista, que con Felipe Gonzalez a la cabeza el PSOE llevo a cabo una revolución social. En una España en la que los sueldos medios eran de 60.000 pesetas, los bonobús de 10 viajes costaban 210 pesetas o las barras de pan 30. Una sociedad que accedía a una vivienda con cuatro dormitorios por aproximadamente 3 millones de pesetas, donde la mayoría de la población conducía un SEAT, y se estrenaba en los cines ET, se enfrentaba a las urnas. Con el lema Por el Cambio, el PSOE ganó las elecciones generales realizando una política progresista. Aumentó el gasto social, disparó la construcción de infraestructuras, universalizó derechos y prestaciones sociales. España dio un giro que tiene dos claros referentes, por un lado la sociedad rural e industrial que sobrevivía a principios de los años ochenta, frente al proceso de modernización y de proyección internacional que tiene como máximos exponentes la Expo´92 de Sevilla y las Olimpiadas de Barcelona.

Y finalmente considero que vivimos un tercer periodo que será recordado por las generaciones venideras por ser el que ha vuelto a situar a España en el primer plano internacional, con la vuelta a Europa y la importancia económica de nuestro Estado como octava potencia mundial. Unos años en los que el aumento de los derechos civiles y sociales, así como de las prestaciones y servicios públicos vuelve a ser protagonista del día a día de la ciudadanía. Con unas cifras presupuestarias que son ejemplo para multitud de países por el alto gasto social y la supresión del déficit público. Todo este último periodo es el resultado del Gobierno de Zapatero que solo ha comenzado a trabajar por España, pero al que seguro le queda mucho por hacer.

En definitiva, Suarez garantizó una transición política pacífica, González creó el Estado social como hoy lo entendemos, y Zapatero ha modernizado España, aunque le queden cosas por hacer, para lo que seguro que contará con otro mandato ganando la confianza de los españoles y españolas el próximo mes de marzo. Y como dicen algunos amigos, mucha Z.