martes, 4 de septiembre de 2007

Desesperación en el Albaycín

Al pie de Sierra Nevada se encuentra la ciudad de Granada, presidida por dos colinas separadas por el río Darro. En una de ellas se levanta la Alhambra y el Generalife, fortaleza y residencia de los emires que gobernaron esta parte de España en los siglos XIII y XIV. En la colina adyacente encontramos el Albaycín, el barrio más antiguo de la ciudad, donde la rica arquitectura vernácula morisca se mezcla con la arquitectura tradicional andaluza. Ambos conjuntos fueron declarados en 1984 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El Albaicín como zona residencial mantiene la trama urbana del periodo nazarí, con calles estrechas, en una intrincada red que se extiende desde la parte más alta -San Nicolás- hasta el curso del río Darro y de la calle Elvira, que se encuentran en Plaza Nueva. El tipo tradicional de vivienda es el carmen, compuesto por una vivienda exenta rodeada por un alto muro que la separa de la calle y que incluye un pequeño huerto o jardín. También fue característica la canalización y distribución del agua potable en la edad media a través de sus veintiocho aljibes que salpican calles y plazas.

Aunque por la descripción anterior parezca todo un paraíso junto a la ciudad, no es así. El Ayuntamiento de Granada ha llevado la especulación urbanística a un bien cultural de la UNESCO como es el Albaycín. El último episodio de este intento del Partido Popular de expulsar del barrio a sus gentes para convertirlo en un “parque temático” lo estamos viviendo estos días. La estrategia que se sigue desde el Ayuntamiento es de abandono de la zona. Llama la atención la falta de limpieza e higiene, el alto grado de inseguridad, el abandono de edificios, todo un conjunto de medidas que pretenden impulsar el desalojo de viviendas.

A pesar de ser tan habitual como para llegar a convertirse en algo aceptado por la ciudadanía, a lo largo de estos últimos días un colectivo vecinal afectado se ha levantado ante empresariado y alcaldía. Estas víctimas de un desahucio fruto de la especulación han decidido salir a la calle a protestar e ir a los tribunales a reclamar que se cumpla la legalidad.

Son ocho familias de la calle Elvira 85, 87 y 89 -la Casa Cuna- que pueden perder sus viviendas tras cuarenta años en ellas, después de que la Concejalía de Urbanismo, mediante una estrategia especulativa, declarara la ruina económica de la manzana en la que viven, lo cual no les da derecho a indemnización ni a realojo algunos. Los vecinos y las vecinas de esta casa, personas de avanzada edad o con un bajo poder adquisitivo, deben abandonar el edificio.

El portavoz de la comunidad, denuncia que las actuaciones del propietario del edificio que él mismo ha declarado en ruinas con la conformidad de la Concejalía de Urbanismo, están fuera de la ley, y su única intención es desahuciar a los y las ocupantes para reformar el inmueble y arrendarlo con los precios actuales. El portavoz considera que no sólo el edificio está en buen estado sino que además existen otras razones de peso para mantener en pie el inmueble, como que se trate de un edificio de más de 200 años, que ha sido prisión napoleónica y parroquia a lo largo de su historia.

De momento y a la espera de tomar medidas legales contra el propietario han colocado pancartas como medida de protesta a la iniciativa del dueño. Además, durante estos días, las puertas del bloque estarán abiertas para que la ciudadanía compruebe 'in situ' su estado de salud.

El desalojo de calle Elvira

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes mucha razón en tu comentario, el Partido Popular tiene un modelo de ciudad basado en el beneficio de los inversores particulares y la especulación que solo lleva al enriquecimiento de unos pocos en detrimento de una ciudad entera. Ojalá les dure lo mínimo e indispensable.

Anónimo dijo...

Quiero recordar que la ciudad de Granada ya recibió un toque de atención por parte de la Unesco hará un año o dos sobre el deplorable estado del Albaycín.

Unknown dijo...

Ayer, una nota de prensa de la Gerencia de Urbanismo decía que el proceso de declaración de ruina instado por el propietario está en fase de alegaciones. Quizás es el momento de que alguien (una fuerza política tal vez)haga fuerza junto a los vecinos y los asesore jurídicamente ante esta batalla que se plantea. A lo mejor hay que pelearse menos con el Concejal de Cultura y pegarse a la realidad ciudadana.

Laura Robles Castro dijo...

me alegra leerte otra vez!

Carlos José Martínez dijo...

Cosas similares también ocurren por Murcia. El PP siempre será el PP; y su modelo de desarrollo urabnístico siempre será el mismo, crecimiento desmesurado basado en un urbanismo incontrolado que sólo lleva al enriquecimiento de unos pocos a costa de unos muchos.

Javier Callejón dijo...

Pero lo que más me preocupa no es un crecimiento urbanístico desproporcionado, que por supuesto también pretende en otros distritos de la ciudad. Lo que a mi parecer es lo condenable es que esa especulación la estén introduciendo en un barrio que es Patrimonio de la Humanidad. A nadie se la ocurriría meterle mano a la Mezquita de Córdoba, a la Sagrada Familia de Gaudí, o a Atapuerca, por poner otros ejemplos de conjuntos protegidos por la UNESCO.

Este es un ejemplo más de falta de sensibilidad, de cultura, y de principios de los populares granadinos.

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