Un verano popular

Llega el final de un verano que no ha dejado desperdicio. Aunque protagonizado por la supuesta falta de infraestructuras de Cataluña, también hemos encontrado alguna que otra nota curiosa. La primera valoración que podríamos hacer de esta temporada estival ha sido la movilización que ha conseguido tener el Partido Popular. Casi todos los días han celebrado actos por nuestra geografía. En el caso andaluz no solo Javier Arenas ha estado pateándose municipio a municipio nuestra tierra, sino que se ha visto acompañado en ocasiones por los jerifaltes del Partido Popular. Toda una demostración de disciplina militar la que ha demostrado también la militancia popular, acudiendo a todos los actos a los que han sido convocados, pese a que les fastidien las esperadas vacaciones. Se nota que las elecciones están cerca y que ven la necesidad de movilizarse desde ya para intentar rascar algún que otro voto.

Aunque la labor no se les haya dado tan bien como quisieran. Recordando los grandes titulares que ha conseguido el Partido Popular, se me viene de primeras uno a la cabeza. Todo un atentado no solo a la democracia, sino también a la razón humana, cuando Rajoy anuncia su propuesta de reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) para impedir que formaciones minoritarias con un pequeño porcentaje de votos puedan dirigir los gobiernos de comunidades autónomas y ayuntamientos. Que yo comprendo que perder unas elecciones les haya fastidiado, pero tampoco es para que propongan modelos irrisorios.

Como irrisorio ha sido el culebrón que se ha querido montar entorno al Gobierno navarro. Y dos aspectos que me gustaría diferenciar, por un lado la diferencia de posiciones entre el PSOE navarro y la Ejecutiva Federal –al que me gustaría dedicarle una entrada-, y por otro lado el intento popular de darle la vuelta a la tortilla. Porque si mal ven y tanto critican un pacto entre la segunda fuerza política (Nafarroa Bai) y la tercera (PSOE), tampoco deberían haber accedido a un pacto en Canarias en el que han impedido que gobernara el partido más votado (PSOE), uniendo sus votos a los de Coalición Canaria.

Hace poco tuvieron otra magnifica idea los populares al solicitar la dimisión de la actual Ministra de Fomento por la falta de infraestructura en Cataluña. Solicitando el apoyo del resto de los grupos se volvieron a quedar solos, no obtuvieron ni el apoyo de los grupos catalanes. Quizás sea porque la culpa de esa supuesta falta de inversiones venga de los ocho años en los que el Partido Popular gobernó en España. Recordemos que fueron años de abandono tanto para Cataluña, como para Andalucía, o para cualquier otra comunidad en la que no gobernaran. Y un último detalle, por pedir que no les quede, pero en el sistema español tan solo pueden pedir la moción de censura del Presidente del Gobierno, y creo que esa no la pedirán por el miedo a perderla y por el recuerdo de lo ocurrido en 1.987. Presidía Hernández Mancha el Partido Popular he interpuso una moción de censura contra el gobierno de Felipe González, la cual no prosperó y provocó su dimisión, amén del ridículo que realizaron, porque el PSOE gobernaba con mayoría absoluta.

Y como colofón de este irrisorio verano popular hemos podido ser espectadores de cómo el único debate que importa en el Partido Popular es el de las luchas de poder. El anuncio de Gallardón sobre su inclusión en las listas para las próximas elecciones generales ha sacado relucir las luchas internas. Declaraciones de Fraga, Acebes, Zaplana, Aguirre, Pujalte… Toda una escalada de opiniones a favor y en contra que muestran un grave problema, y que se han visto rematadas hoy por el barómetro de la Cadena Ser. En este estudio de opinión la ciudadanía no solo suspende a Rajoy, sino que lo emplaza a un tercer puesto en liderazgo por detrás de Gallardón y de Rato. A unos meses de las próximas elecciones generales el Partido Popular ya se plantea quien será el sucesor de Rajoy.

En definitiva, un verano en el que el Partido Popular no ha parado de movilizarse de cara a las próximas elecciones generales y autonómicas. Y con el final del verano y la llegada del nuevo curso creo que es el momento de que la izquierda tomemos nota y comencemos una ardua tarea: Ganar las próximas elecciones para la izquierda.